En 2006, Alemania compró 8 P-3C de segunda mano a Holanda. Cuando tuvo que modernizarlos, cambiando sus alas y su electrónica por unas nuevas, la Bundeswehr decidió que lo hiciese Airbus en vez de Locheed. Esta decisión se cree que fue tomada como una necesidad política. De este modo Lockheed suministró las alas, que luego fueron instaladas por técnicos de Airbus en una planta de Airbus, una complicada ida y vuelta, una de las razones por las que el trabajo se retrasó repetidamente.
El coste de esta modernización fue de 350 millones de euros. Todo esto para darlos de baja en 2025.
La Oficina Federal de Auditoría ha criticado repetidamente el proyecto en los últimos años. En un informe que apareció en la primavera de 2011, se afirmó: "La Bundeswehr no verificó adecuadamente el estado técnico de ocho aviones usados antes de comprarlos". En otro informe, que se publicó en abril de 2018, los examinadores formularon: "El Ministerio Federal de Defensa debería reevaluar el proyecto". Una paráfrasis elegante para "salir", que hizo el Ministerio de Defensa, pero solo en junio de 2020, después de que se gastaran más de 350 millones de euros en alas y electrónica. Los costos totales de mantenimiento y operaciones de vuelo son significativamente más altos. Las máquinas fueron y se utilizan en numerosas misiones y maniobras.
Bundeswehr: Millionen für ausgemusterten Marineflieger https://t.co/nOJp66NmPJ #Bundeswehr
— tagesschau (@tagesschau) September 11, 2020
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